Soy ama de casa -que no es poca cosa, claro- y estoy casada dese que tenìa 19 años, con el que fue mi único novio.
Ahora tengo 39 años, tres hijos, a los que que cuido y ayudo día a día con sus tareas.
Mi esposo es un hombre muy ocupado, muy trabajador. El comparte poco con nosotros, pues debe de hacerse cargo de los gastos del hogar. Yo quise trabajar, pero él me dijo que mi lugar era en la casa, y así estoy feliz, o al menos, eso creo.
Me encanta mi cocina, es como mi refugio. Allí puedo hacer y deshacer cosas, y nadie me dice nada. El otro día hice una receta inventada y todos en casa me felicitaron, hasta mi perrita "Luna", me movió la cola todo el día.
A mi hijo -el mayor- le encantan las computadoras y el Internet. Yo cuando él no está, he intentado meterme a eso del chat y mensajes, pero a veces -a pesar que me da mucha armonía- me pongo nerviosa y aún no he logrado conocer mucha gente. Esto en realidad es un secreto, nadie más en casa lo sabe. Pero me siento feliz imaginando que allá afuera hay un mundo por conocer.
Por las tardes me gusta salir a caminar al parque y ver la gente. Tengo un diario donde escribo todo lo que vivo y pienso. Este está bien escondido en la cocina. El es mi gran amigo. Sueño con escribir una gran "novela".
¡Ah! si, mi nombre es Mónica Sánchez, y vivo en El Salvador.